jueves, 18 de agosto de 2016

BCS no aporta ni el uno por ciento del PIB nacional; modelo económico busca revertir esa situación: Rodrigo Guerrero





Por Raymundo León

Tras señalar que Baja California Sur tiene una de las economías más pequeñas del país porque su Producto Interno Bruto es de 119 mil millones de pesos, lo que no representa ni el uno por ciento nacional, el secretario de Desarrollo Económico, Rodrigo Guerrero Rivas, sostuvo que hay que cambiar el modelo económico de la entidad.
Explicó que hay tres grandes políticas de enlace en el modelo económico que impulsa la actual administración estatal, las cuales se reflejan en el Plan Estatal de Desarrollo.
El programa de proveeduría interna que pretende hacer una conexión entre las asimetrías intersectoriales, aprovechando la gran demanda de productos agroalimentarios y textiles que hay en el sur del estado para que sean abastecidos internamente.
Un programa que trata de distribuir mejor la actividad económica por vocaciones regionales, bajo la consideración de que Baja California Sur no es un estado homogéneo en atributos económicos, de competitividad, potencialidades y ventajas comparativas.
Y el fortalecimiento del mercado interno; trabajar con  nuevas leyes que tienen que ver con la competitividad.
Expresó que un punto fundamental para mejorar la competitividad del estado es el nuevo marco legal presentado por el ejecutivo estatal, como la Ley de Fomento Económico y Competitividad que es muy diferente al que se tenía, pues este cuenta con estímulos fiscales y no fiscales.
Señaló que la pasada ley sólo tenía un estímulo que además era ineficaz, tanto así que ninguna empresa asentada en el estado se benefició con él, porque se limitaba a una reducción parcial de contribuciones en medio de una exagerada cantidad de trámites para conseguirlo.
Dijo que otro aspecto importante es que en el Consejo Consultivo de Inversión Interna se va a integrar un asiento para el sector empresarial con el propósito de que participen en la toma de decisiones.
Refirió que hay estados como Puebla, Jalisco y Sinaloa que tienen marcos legales muy agresivos para atraer inversiones porque ofrecen terrenos y muchos estímulos, “pero nosotros no quisimos ser como ellos porque tampoco queremos arriesgar la salud financiera y fiscal del estado”.
Expresó que el Plan no tiene una meta, sería muy aventurado hacerlo, pero sí busca que los indicadores se manifiesten hacia adelante.
Puntualizó que en la competencia por las inversiones, además de los estímulos hay temas colaterales como los ambientales, de competitividad, de certidumbre, y tramitológicos que dan o quitan motivación a los empresarios.
“Baja California Sur tiene ventajas porque el ambiente de inversión está complementado por una serie de factores que otros estados no tienen. En Nuevo León tienes que competir con los empresarios más grandes del mundo, aquí hay una condición un poco virginal en términos de proyectos, lo que es un atributo para la inversión”.
Rodrigo Guerrero dijo que a pesar de que la transportación de productos al estado es cara, hay una fuerte compra en el exterior, por lo que hay que convertir el aislamiento del estado en una ventaja a través de la producción local con índices correctos de productividad y precio.
“Ahorita no podemos competir porque las economías de escala no nos dan, pero con el programa de proveeduría interna podemos darle vuelta a la tortilla”.
El secretario de Desarrollo dijo que el estado requiere más infraestructura como carreteras, parques industriales y fuentes de energía para poder atraer inversiones y por eso son importantes las asociaciones público privadas, pues con una buena mezcla de recursos se puede disponer de obras a corto plazo y no esperar a que el gobierno las haga dentro de 30 años.
Destacó el tema de la energía, pues mientras no se tenga un esquema de generación más eficiente y económico no se saldrá adelante.
Dijo que el Plan Estatal de Desarrollo por primera vez incorpora un programa estatal de generación de indicadores de desempeño económico en gestión y resultados, pues como afirma el gobernador Carlos Mendoza Davis “lo que no se puede medir no sirve o no se puede mejorar”.
Puntualizó que se está en un momento en que las políticas públicas ya no pueden dejarse a la opinión subjetiva o de visibilidad de los propios gobiernos, por lo que el Plan contempla un sistema cuantitativo de medición que habrá de indicar si las cosas se están haciendo bien o no.
Radiografía económica de BCS
El secretario de Desarrollo señaló que Baja California Sur tiene una de las economías más pequeñas del país, con un  Producto Interno Bruto de 119 mil millones de pesos que no representa ni el uno por ciento a nivel nacional.
Expresó que el 2014 fue “mortal” para el estado porque cerró con menos dos por ciento del PIB por la recesión mundial y los efectos del huracán “Odile”, fenómeno que sin embargo fue un detonante de “post guerra” para la economía local, pues con el apoyo oportuno del gobierno federal en 2015 hubo una recuperación y cerró con 1.5 por ciento positivo.
Estimó que 2016 pinta bien y se espera un cierre por arriba del 2 por ciento, “porque creemos que con la operación de estos programas de proveeduría y selección de inversiones por regiones habrá una mejoría”.
Expresó que los inversionistas perciben a Baja California Sur como un estado más ordenado en términos de planeación económica y de mayor certidumbre y si a eso se le agrega el paquete de leyes que tienen que ver con la competitividad, la mejora regulatoria y la asociación de inversiones público privadas se está hablando de un escenario muy diferente al que se tenía.
En materia de empleo el estado está por arriba de la media nacional y por abajo en términos de desempleo, con una acotación, la población y densidad demográfica de Baja California Sur comparada con la de otras entidades es muy baja por lo que cuando aquí se habla de un desempleo abierto del cinco por ciento, en otros lugares ese porcentaje es un monstruo.
Baja California Sur tiene dos factores inflacionarios que otros estados no tienen, el transporte por aislamiento y la homologación del Impuesto al Valor Agregado, por lo que su inflación está arriba de la media nacional en 1.5 o dos puntos.
Hace un año La Paz era la tercera ciudad más cara del país, después de Ciudad Acuña y Tijuana, por lo que es necesario, insistió el funcionario, en hacer mercado interno, para no depender de lo que se trae de fuera, y convertir de paso el aislamiento en una ventaja.


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