Puerto comercial de Pichilingue, BCS |
Raymundo
León
La Administración Portuaria Integral de Baja
California Sur (API) opera con números negros y este año invierte 65 millones
de pesos en materia de seguridad y mejoramiento de las terminales portuarias,
edificios, vialidades, estacionamientos y patios de carga y descarga.
El director de la API, José López Soto,
añadió que en poco menos de dos años, en Pichilingue se mejoró la terminal;
se repavimentaron vialidades interiores;
y se trabaja en la ampliación y mejoramiento de la carretera que lo une con la
ciudad de La Paz.
En Santa Rosalía se construyó una escollera
de contención y una rampa de abordaje; y en Loreto oficinas administrativas de
atención al turista.
En las terminales de Pichilingue y Santa
Rosalía se reforzó la revisión de vehículos y personas con el uso de
tecnología, y la intervención del ejército, marina y la policía estatal.
Por otro lado, informó que el gobierno
federal entregó 3.5 hectáreas de terrenos ganados al mar y los permisos de
construcción a la Administración Portuaria Integral de Baja California Sur para
la ampliación del puerto de Pichilingue.
López Soto dijo que con esta nueva superficie
el puerto ampliará a ocho hectáreas el área de embarque y desembarque de
mercancías, lo que garantiza su operatividad comercial durante los próximos 25
años.
Explicó que el año pasado el secretario de
Comunicaciones y Trasportes Gerardo Ruiz Esparza entregó los terrenos ganados
al mar de forma institucional, y esta semana el director general de Puertos, Alejandro
Hernández, dio el permiso de construcción de la Secretaría del Medio Ambiente y
Recursos Naturales para la realización de obras.
Par dar una idea de la importancia del puerto
de Pichilingue, dijo que por el mismo ingresa más del 90 por ciento de las
mercancías que se consumen en Baja California Sur, entre las que destacan por
su volumen, abarrotes, cemento, paquetería, cerveza y verduras.
Expresó que en 2016 se movilizaron más de 3
millones 45 mil toneladas de productos,
y cada año aumenta en un 10 por ciento esa cantidad, por lo que los
terrenos ganados al mar serán utilizados en la ampliación de instalaciones.
Informó que el puerto de Pichilingue,
localizado 20 kilómetros al norte de la ciudad de La Paz, cuenta con tres
muelles de atraque y una profundidad de 8.5 metros, por lo que puede recibir
barcos de hasta 350 metros de eslora.
En el puerto operan las empresas Baja Ferries
y Transportación Marítima de California, las cuales mueven carga diariamente
entre el puerto de Pichilingue y los puertos de Mazatlán y Topolobampo.
Puntualizó que las instalaciones de
Pichilingue son fundamentales para la economía del estado, pues con todo y que
el costo del traslado marítimo aumenta el precio de los productos entre el 7 y
el 10 por ciento con relación al mercado nacional, es más barato que hacerlo
vía carretera desde las principales ciudades de Baja California, las cuales se
encuentran a mil 600 kilómetros de la ciudad de La Paz.
Expresó que aunque el puerto cuenta con tres
bodegas para almacenar productos por cualquier eventualidad, su operatividad se
basa en la recepción y distribución de productos todos los días, por lo que no
requiere áreas más grandes, y las ocho hectáreas del área comercial y una más
de cargas especiales, son suficientes para su funcionamiento actual y los
próximos 25 años.
Además del puerto de Pichilingue, la API
opera los de Santa Rosalía, Loreto y San Carlos como parte de una concesión al
gobierno del estado de 50 años, de los cuales han transcurrido 24.
Puntualizó que Baja California Sur es uno de
los tres estados con litorales en el país que tienen concesionados los puertos
(los otros son Campeche y Quintana Roo).
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