La Secretaría de Salud de Baja California Sur da continuidad al proyecto Wolbachia que, con el apoyo de la organización civil no lucrativa “World Mosquito Program”, desarrolla en el municipio de La Paz para fortalecer el combate al dengue, Zika y chikungunya, mediante la reproducción de zancudos Aedes aegypti que están imposibilitados para transmitir esa enfermedad a las personas.
El desarrollo de este
proyecto, que está basado en un avance científico de la Universidad de Monash,
en Australia, se suspendió en marzo a causa del confinamiento establecido por
la pandemia, pero desde septiembre pasado retomó su actividad que tiene por objetivo
proteger a los sudcalifornianos contra estas enfermedades, indicó el secretario
del ramo, Víctor George Flores.
Este modelo no es una
modificación genética del insecto, sino un esquema de control biológico que
introduce una inofensiva bacteria llamada Wolbachia a los mosquitos Aedes
aegypti, para evitar que transmitan los virus del dengue, Zika y chikungunya a
los humanos.
Con el uso de esta
tecnología se realiza una liberación controlada de moscos portadores de
Wolbachia, a fin de que se apareen con zancudos silvestres y produzcan una
nueva generación de insectos que ya no puede infectar a las persona, abundó.
Este esquema
preventivo tuvo resultados favorables en los dos polígonos de La Paz donde se
aplicó de manera piloto durante 2018, de ahí que se extienda su aplicación en
la mancha urbana de esta capital.
La liberación
controlada se realiza mediante “Zancukits”, que son recipientes de cartón que
tienen cápsulas con huevecillos de moscos Aedes aegypti con Wolbachia, a las
que se añade agua para que evolucionen a etapa adulta y se reproduzcan con los
ejemplares autóctonos, explicó.
Con la autorización
de vecinos que voluntariamente apoyan al proyecto, los zancudos son colocados
en espacios abiertos de diversas colonias por brigadistas que acuden con
identificación oficial y que siguen las medidas de protección personal para
certeza de la ciudadanía.
La seguridad de este
vanguardista método quedó evidenciada en Townsville, en Australia, donde la
transmisión local de dengue se detuvo hace más de cinco años tras la aplicación
de esta tecnología, sin consecuencias negativas para el ecosistema o la
población.
También puede citarse
el caso de Yogyakarta, en Indonesia, que registra una reducción del 77 por
ciento en la incidencia de dengue en las zonas específicas donde, desde hace
dos años se implementó este proyecto, puntualizó George Flores.
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