El secretario general del Ayuntamiento de Los Cabos, Ariel Castro Cárdenas, señaló que el proyecto de la nueva desaladora de Cabo San Lucas, impulsado por la pasada administración municipal se detuvo porque no fue registrado ante la Secretaría de Hacienda.
El funcionario, en entrevista con el
noticiero Zona Sur que se transmite por redes sociales, dijo que el avance de
ese proyecto no depende del gobierno actual, sino de la autorización de la
Secretaría de Hacienda, pero el problema es que la obra no se registró ante esa
dependencia, a pesar de que la administración de Armida Castro Guzmán tuvo
nueve meses para hacerlo.
Mencionó que el gobierno encabezado por el
alcalde morenista Oscar Leggs Castro está explorando nuevas alternativas para
poder resolver el déficit de agua potable que padecen las ciudades de Cabo San
Lucas y San José del Cabo, que es de 450 litros por segundo.
Dijo que si no es posible la construcción de
una nueva planta desaladora, una opción es la ampliación de la que ya está en
operaciones para abastecer de agua a la población, con lo cual evitarían el
tema del terreno y una nueva licitación.
Tras estas declaraciones, este viernes el
presidente municipal de Los Cabos, Oscar Leggs Castro, se reunió en la ciudad
de México con el embajador de Israel, Zvi Tal, con quien dialogó sobre la
posibilidad de construir una nueva planta desaladora en el municipio de Los
Cabos.
El diplomático acordó una visita en el mes
de febrero a Cabo San Lucas, donde radica una comunidad de israelíes.
El presidente Andrés Manuel López Obrador,
al iniciar su mandato, dio a conocer que el gobierno federal destinaría mil
millones de pesos para la construcción de una nueva planta desaladora en Los
Cabos, pero el proyecto gestionado por la administración de la alcaldesa
morenista Armida Castro Guzmán (que después renunció a ese partido para ser
candidata a la gubernatura por el Partido Verde) fue aprobado por el Congreso
local, pero no se concretó.
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