martes, 25 de julio de 2017

Transportación marítima, vital para el desarrollo de BCS

Los ferrys mueven el 90 por ciento de las mercancías que se consumen en BCS

Por Raymundo León

La Paz, B.C.S. Debido a que Baja California Sur  se encuentra en una península rodeada por el Golfo de California y el Océano Pacífico, el 90 por ciento de las mercancías, medicinas y alimentos que se consumen en el estado se transportan vía marítima desde el interior del país, informó el director general de la Administración Portuaria Integral (API), José López Soto.
La Paz y Los Cabos, principales centros de población de Baja California Sur, se encuentran a más de 1,600 kilómetros de distancia de las grandes ciudades de Baja California y la frontera con Estados Unidos, por lo que la travesía del Golfo de California es una mejor opción, pues la separación con el macizo continental es de 200 kilómetros.
El año pasado los transbordadores movieron 3,051,497 toneladas de carga, un promedio diario de 8,300 toneladas.
El puerto de Pichilingue, ubicado a 20 kilómetros del centro de la ciudad de La Paz, es la principal puerta de entrada y salida de productos a los puertos de Topolobampo y Mazatlán, Sinaloa, con 3,045,227 toneladas. El resto de la carga se mueve entre el puerto de Santa Rosalía, localizado al norte del estado y Guaymas, Sonora.
En 2016 se embarcaron 187,722 vehículos con carga entre el macizo continental y Baja California Sur, 67.28 por ciento en Topolobampo, 31.89 por ciento en Mazatlán y 0.86 por ciento en Guaymas.
Entre los principales productos que entraron a la península se encuentran 267,159 toneladas de abarrotes; 195,448 de cemento; 146,296 de paquetería, 127,146 de cerveza y 119,037 de verduras. Del estado salieron 31,043 toneladas de papa; 29,027 de tomate, 28,673 de naranja; 22,372 de chatarra; 18,037 de envases; 15,415 de tarimas y 14,920 de chiles.
La transportación marítima de mercancías está a cargo de empresas privadas por medio de concesiones. PEMEX, a su vez, mueve sus combustibles.
Actualmente operan las compañías mexicanas Transportación Marítima de California (TMC) que sólo mueve carga y Baja Ferries, que también presta el servicio de pasaje.
El año pasado se transportaron 209,605 pasajeros en las rutas Pichilingue-Topolobampo; Pichilingue-Mazatlán; y Santa Rosalía-Guaymas. La primera ruta es la de mayor movimiento con el 30.7 por ciento.
López Soto informó que los cinco barcos que operan entre el macizo continental y Baja California Sur, dos de la empresa TMC y tres de Baja Ferries, por ahora son suficientes para abastecer el mercado sudcaliforniano, sin embargo, la carga crece alrededor del 15 por ciento cada año y el flujo de pasaje 10 por ciento, por lo que está abierta la posibilidad de que ambas empresas incorporen nuevas embarcaciones o se dé opción a otras compañías nacionales o extranjeras.
Operación de los puertos de Baja California Sur
La operación de los puertos de Baja California Sur están a cargo del gobierno del estado a través de la Administración Portuaria Integral, excepto el de Cabo San Lucas, dedicado al atraque de embarcaciones turísticas, el cual es manejado por el Fondo Nacional de Fomento al Turismo.
López Soto explicó que además de los puertos de Pichilingue y Santa Rosalía, la API también administra los de Loreto y San Carlos, este último localizado en el litoral del Océano Pacífico, que fue creado para mover la carga en los tiempos de auge del Valle de Santo Domingo. Hoy está dedicado al atraque de barcos pesqueros.
Dijo que Baja California Sur es uno de los tres estados del país que tiene la concesión de los puertos por parte del gobierno federal y su operación es rentable, lo que ha permitido mantenerlos, pero también modernizarlos.
Mencionó que en 2017 se invierten 65 millones de pesos en los puertos que administra la API: en materia de seguridad, garantizar el arribo de mercancías y el mejoramiento de las terminales portuarias, sus edificios, vialidades, estacionamientos, y patios de carga y descarga.
Precisó que en la actual administración, en Pichilingue se mejoró la terminal; se  ganaron cuatro hectáreas al mar para garantizar el crecimiento de la actividad portuaria durante los próximos 15 años; se repavimentaron vialidades interiores; y se trabaja en la ampliación y mejoramiento de la carretera que lo une con la ciudad de La Paz.
En Santa Rosalía se construyó una escollera de contención y una rampa de abordaje; y en Loreto oficinas administrativas de atención al turista.
En el rubro de seguridad en el mar, mencionó que las empresas que tienen las concesiones son profesionales, pero además hay revisión constante de las embarcaciones y tripulación por parte de las autoridades portuarias, y protocolos en caso de fenómenos naturales.
Dijo que la transportación marítima es la principal vía de acceso de productos a Baja California Sur, por lo que ante la presencia de fenómenos como los huracanes los puertos se cierran, pero son los primeros que se reactivan pasada la emergencia para evitar el desabasto y movilizar los cuerpos de apoyo del interior del país.
En las terminales de Pichilingue y Santa Rosalía se ha reforzado la revisión de vehículos y personas con el uso de tecnología, y la intervención del ejército, marina y la policía estatal, lo que ha permitido lograr la detención de gente con órdenes de aprehensión en otros estados.
Transporte marítimo, impacta la economía
Baja California Sur forma parte de la península de Baja California. Su territorio está rodeado en su mayor parte por el mar, al oeste por el Océano Pacífico y al este por el Golfo de California. Su única conexión terrestre es hacia el norte, con el estado de Baja California, pero lejos de los grandes centros de abasto como Tijuana, Ensenada o Mexicali.
Es la entidad con mayor cantidad de litorales del país con 2,131 kilómetros, 19.2 por ciento del total nacional.
Esta peculiaridad casi insular impacta en su economía, pues las mercancías que son transportadas vía marítima cargan con ese costo, más el recorrido que hacen por carretera de sus lugares de origen.
José López expresó que esta situación encarece la vida de Baja California Sur, pues no es lo mismo comprar un producto en el interior del país que en esta entidad, ya que aquí hay que pagar el sobreprecio de la transportación marítima.
Según el secretario de Desarrollo de Baja California Sur, Rodrigo Guerrero Rivas, Baja California Sur tiene una inflación por arriba de la media nacional que oscila entre el uno y el uno y medio por ciento anual.
Las tarifas para los vehículos de carga son reguladas por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, mientras que las de atraque de barcos y arribo de pasajeros por la Administración Portuaria Integral.
La principal naviera
La naviera Baja Ferries es la principal transportadora de mercancías a Baja California Sur.
Cuenta con tres barcos, California Star, Cabo Star y Baja Star, a través de los cuales, en conjunto, puede mover 7,800 metros lineales de mercancías y 2,700 personas al día.
Su buque más grande, el California Star, el cual cubre la ruta entre el puerto de Pichilingue y Topolobampo, tiene el único distintivo H del país.
Es un buque construido en un astillero de Italia, con bandera mexicana. De 186.4 metros de eslora (longitud), 25.6 de manga (ancho), 35.3 de altura (calado aéreo), y un peso bruto de 24,418 toneladas.
En viaje de Topolobampo a La Paz, un pasajero tarda alrededor de ocho horas en llegar, siete de travesía y una hora o más en bajar a tierra, pues hay que esperar a que los camiones con carga lo hagan primero.
Cuenta con cabinas y sala general para el pasaje, y por el precio que se paga un servicio de comida.
Los servicios de televisión, bares y zonas de descanso amenizan la travesía de casi 200 kilómetros, la cual se hace por la noche, pues la salida del barco de Topolobampo es a las 12:00 AM.
El capitán, José Barrón Cabanillas, destacó la tecnología de la embarcación y la preparación de los tripulantes. Mencionó que en sus trayectos no ha tenido percances, pues el barco se revisa en forma periódica.
En cuanto a la seguridad abordo, el segundo oficial de cubierta, Guillermo Rafael Lugo Juárez, dijo que se garantiza con los protocolos de emergencia, los espacios suficientes para pasajeros y tripulación en botes y lanchas salvavidas, y equipo contra siniestros.
Los pasajeros de cabina disfrutan el viaje con comodidad, los de sala general, no tanto, después de un tiempo sentados, en su mayoría prefieren acostarse en el piso, para lo cual muchos van preparados con almohadas y cobijas.
Casi al arribo, algunos viajeros se animan a salir a cubierta a observar el espectacular amanecer de La Paz y el puerto de Pichilingue, uno de los principales puertos de México y centro de la economía de Baja California Sur.


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