Por Raymundo León
La Paz, BCS, 3 de septiembre.- El
gobernador de Baja California Sur, Carlos Mendoza Davis, lamentó la muerte de
seis personas, durante el paso de la tormenta tropical Lidia por esta entidad, entre
ellas dos menores de edad, pero indicó que debido al tamaño del fenómeno “si no
hubiéramos tomado las decisiones correctas hablaríamos de una tragedia de
dimensiones incalculables”.
El mandatario sudcaliforniano dijo
que en Los Cabos llovió en 24 horas el equivalente a tres veces las
precipitaciones pluviales de todo el año en Baja California Sur, el mayor
registro de que se tiene noticia en esta entidad desde que iniciaron las
mediciones de este tipo en México en 1933.
En la quinta reunión del Consejo
Estatal de Protección Civil, dijo que se hubiera querido tener saldo blanco,
pero no fue posible, en algunos casos por desconocimiento y en otros por
imprudencia; sin embargo, reconoció la responsabilidad de los tres niveles de
gobierno y de la sociedad civil, que trabajaron como un solo equipo, para decir
que Baja California Sur está de pie.
Agradeció la visita del presidente
Enrique Peña Nieto y de 10 secretarios de estado y directores generales al
municipio de Los Cabos, porque su presencia no sólo representa apoyo, sino
ánimo para los afectados.
Resaltó las instrucciones del
primer mandatario a los funcionarios federales para reparar la red carretera lo
antes posible, así como el restablecimiento de los servicios de agua potable y
electricidad.
La revisión de la red de drenaje
dañada para evitar riesgos sanitarios y el trabajo conjunto que se tiene que
hacer para encontrar mecanismos que permitan reubicar a las personas que viven
en zonas de riesgo, en las orillas o en los cauces de arroyo.
Señaló que en Los Cabos no basta
con ser trabajador formal y contar con un crédito del Infonavit o del Foviiiste,
pues debido a la plusvalía del terreno y al precio de la mano de obra y los
materiales de construcción, el valor de las casas se vuelve inaccesible.
Expresó que se debe buscar un
mecanismo de solución para esos trabajadores que ya están en Los Cabos, pero
también para aquellos que van a llegar y seguramente van a requerir un lugar
donde vivir, de lo contrario el problema de los asentamientos en zonas de
riesgo siempre estará latente.
En Baja California Sur el
restablecimiento de los servicios avanza gradualmente.
Las autoridades que integran el
Consejo Estatal de Protección Civil informaron que en San José del Cabo ya
operan 10 de 13 pozos de agua potable; en La Paz 29 de 37; en Comondú 6 de 12; y
en Loreto 2 de 7. Señalaron que los principales problemas de abasto se
encuentran en Cabo San Lucas y Santa Rosalía.
En materia de electricidad hay un
avance del 84 por ciento en la población afectada, y en carreteras de los 22
puntos dañados, 17 cuentan con pasos provisionales. Se espera que en tres
semanas o menos todos los tramos y puentes destruidos queden reparados.
Las escuelas reanudarán labores en
forma total en los municipios de La Paz y Comondú este lunes y en forma parcial
en Loreto, Mulegé y Los Cabos.
Las autoridades de turismo
reportaron algunos daños en dos hoteles de Los Cabos, pero dijeron que en general
el sector se encuentra bien. Los aeropuertos de La Paz, Los Cabos y Loreto operan
con normalidad y reportan la llegada de turistas.
Para evitar problemas de salud, las
autoridades declararon el cierre de playas durante tres días.
En el Consejo de Protección Civil
se dio a conocer que la mayoría de los refugiados dejaron los albergues, aunque
todavía funcionan dos de ellos en el municipio de Los Cabos.
Mientras el Sistema para el
Desarrollo Integral de la Familia del estado informó que se abrieron centros de
acopio para apoyar a la población damnificada, que aún no es cuantificada.
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