Los habitantes de Baja California Sur son los mexicanos con menor disponibilidad de agua por habitante |
Por Raymundo León
La Paz, BC.S. Los
sudcalifornianos son los mexicanos con menor disponibilidad de agua dulce por
habitante, 785 metros cúbicos por año, cuando el promedio nacional es de 4,200,
según datos del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática
(INEGI).
Esta escasez es consecuencia
de sus condiciones climáticas e hidrológicas, pero también al aumento de la
población, falta de infraestructura y fallas en las redes de distribución.
Baja California Sur prácticamente
está rodeado por el mar, pero es el
estado más árido del país con una precipitación media anual de 200 litros por
metro cuadrado (mm), menos de la tercera parte del promedio nacional. De esa
cantidad sólo 5.7 mm logran recargar los acuíferos, mientras que el resto se
evapora o escurre hacia el mar.
Casi no cuenta con agua dulce
superficial, por lo que sus principales fuentes de abastecimiento se encuentran
en el subsuelo. La Comisión Nacional del Agua tiene catalogadas 39 cuencas
hidrológicas, las cuales tienen una recarga anual de 400 millones de metros
cúbicos.
La desalinización, el reuso de
aguas residuales tratadas y la captura de agua en presas, complementan esta oferta
natural en un 20 por ciento, según el Plan Estatal de Acción Climática (enero
de 2012).
Este estudio advierte que la sobreexplotación
de los acuíferos de la región ha ocasionado el abatimiento de los niveles
estáticos y la intrusión de aguas marinas en muchas cuencas hidrogeológicas.
Señala que la extracción del
agua subterránea en Baja California Sur es mayor que la disponibilidad de agua
de todos los acuíferos, “lo que además de constituir una restricción para su
desarrollo futuro, empieza a generar riesgos para el abasto a la población y
centros de producción ya establecidos”.
De acuerdo con este análisis,
la región se encontrará en situación crítica por la presión del agua para el
año 2025.
En la década del 2000 al 2010,
la población del estado aumentó 50 por ciento y la disponibilidad de agua por
persona disminuyó a 785 metros cúbicos anuales, una de las más bajas del país.
En La Paz, el Organismo
Operador Municipal de Agua Potable produce 16.4 millones de metros cúbicos de
agua al año, pero registra un déficit del 20 por ciento. El agua se distribuye
a 215 colonias por la red de suministro, a la mayoría de las cuales se les
entrega cada tercer día; y a 35 colonias y 47 zonas rurales por medio de
camiones cisterna.
Tiene registradas 101,107
tomas domiciliarias, por lo que reconoce un déficit del 10 por ciento en la
cobertura de agua entubada.
El agua disponible para uso
agrícola es de 5.8 millones de metros cúbicos y para uso turístico es de
541,714.
Las principales ciudades de
Los Cabos se abastecen de agua potable por medio de una batería de 15 pozos
ubicados en San José del Cabo que extraen en promedio 50 litros por segundo y
uno en Cabo San Lucas que produce 40 litros; la presa San Lázaro que aporta 80
litros por segundo y una planta
desalinizadora que produce 180 litros.
Los Cabos tienen actualmente
un déficit de suministro de agua de 100 litros por segundo en San José y 180 en
Cabo San Lucas, pero los acuíferos de ambas poblaciones están declarados en
equilibrio, por lo que no es posible contar con nuevas concesiones de pozos
para extraer más agua.
Para resolver este problema está
en proceso la construcción de una segunda planta
desalinizadora en Cabo San Lucas para el abasto de colonias populares.
El
alcalde de Los Cabos, Arturo de la Rosa Escalante, dijo que esta obra producirá
250 litros por segundo para dar servicio a 100 mil habitantes.
La
nueva planta desalinizadora se construirá con dinero del Banco Nacional de
Obras y Servicios Públicos (Banobras) y de la iniciativa privada, que aportarán
49 y 51 por ciento de la inversión, respectivamente.
Destacó
que las gestiones de las autoridades locales ante Banobras permitieron
conseguir 568 millones de pesos a fondo perdido, que es el monto máximo que
puede dar ese banco para la construcción de la planta desalinizadora.
Puntualizó
que si bien el gobierno de Los Cabos no aportará dinero para la obra, si se
comprometió a comprar el líquido durante 25 años a la empresa que gane la
licitación.
En
La Paz, las autoridades locales reconocen la necesidad de construir también una
planta desalinizadora, pero debido al costo no sólo para la construcción, sino
para la población en materia de tarifas,
por el momento se exploran nuevos pozos y el intercambio de aguas con
agricultores.
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