La Paz, BCS, 19 de febrero.- La actual temporada de ballena gris en aguas de Baja California Sur muestra una recuperación en el número y la alimentación de esta especie, informó la investigadora de la Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS), Lorena Viloria Gómora.
Mencionó que de
acuerdo con el monitoreo que cada temporada realiza el Programa de
Investigación de Mamíferos Marinos de la UABCS (PRIMMA) en las zonas de
reproducción que están al sur de la península de Baja California, este año es
mucho mejor que el anterior debido a que la temperatura del agua es más fría.
Dijo que comparado
con el 2022 en este se han contado el doble de madres, crías, juveniles y
grupos de apareamiento, cuando apenas va la mitad de la temporada, la cual se
estima que se alargará hasta finales de marzo.
“El año pasado el
agua estaba un poco caliente, llegaron antes se fueron antes, entonces esta
temporada fría están llegando bien y esperamos que el pico sea en febrero y se
estén yendo a finales de marzo”, comentó.
La especialista
informó que el censo más reciente del PRIMMA, realizado hace dos semanas, dio
como resultado 80 ballenas grises en Bahía Magdalena, 25 en Puerto Adolfo López
Mateos, y 180 en Bahía Almejas.
Sobre la recuperación
de la especie, dijo que en el 2019 comenzó una mortalidad inusual en las costas
de Estados Unidos y un incremento de ejemplares flacos, pero este año el 90 por
ciento de las ballenas observadas en aguas de Baja California Sur están en
condiciones aceptables, lo cual es un buen indicador para los próximos años.
Explicó que cuando
hay una mortalidad inusual de ballenas grises y otras especies, interviene la
Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA por sus
siglas en inglés) y se activa todo un sistema de investigación que hay entre
ese país, México y Canadá, para identificar las causas.
En México están las
principales zonas de reproducción y en Estados Unidos y Canadá se encuentran
las de alimentación, por lo que hay intercambio de información que derivó en
diversas versiones como la presencia de orcas, el choque con barcos, y el
enredamiento con artes de pesca, es decir, no hay una conclusión absoluta; “pero
lo que si se sabe con certeza es que disminuyó la cantidad y la calidad del
alimento de las ballenas grises”, compuesto por invertebrados que se encuentran
en el fondo marino, dijo.
Abundó que cuando las
ballenas grises no están bien alimentadas no tienen crías ni tampoco se
aparean, por lo que las zonas de reproducción de Baja California Sur se vieron
afectadas en sus actividades turísticas y económicas.
La investigadora de
la UABCS explicó que estos mamíferos marinos en su edad adulta llegan a pesar
40 toneladas y a medir 14 metros de largo.
Hacen un viaje cada
año desde los mares de Alaska, Estados Unidos, y Rusia, hasta las áreas de
reproducción de México, localizadas en Baja California Sur.
Comen todo el verano
y llegado el invierno realizan una travesía de 7 mil a 10 mil kilómetros durante
dos meses hasta las lagunas de Ojo de Libre, San Ignacio, Bahía Magdalena,
Puerto Adolfo López Mateos y Bahía Almejas; después emprenden el viaje de
regreso en una de las migraciones más largas del mundo animal.
Dijo que el nombre de
esta especie de ballenas se deriva de su color gris claro con manchas blancas,
no cantan ni saltan como las ballenas jorobadas, pero su comportamiento llama
la atención al acercarse a las embarcaciones de avistamiento.
Puntualizó que en
esta temporada se han registrado dos varamientos, el de una cría en Boca de la
Soledad, al norte de Puerto Adolfo López Mateos; y un adulto en las
inmediaciones de la laguna de San Ignacio.
La especialista dio a
conocer que el PRIMMA además del monitoreo se ha dado a la tarea desde hace
varios años de dar información a los prestadores de servicios turísticos de las
regiones de avistamiento, sobre las características de las ballenas grises y el
trabajo de investigación de realizan.





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