Texto Raymundo León/fotos Lidia Campos
Guerrero Negro, BCS.- La
empresa salinera más grande del mundo se encuentra en Guerrero Negro, municipio
de Mulegé, Baja California Sur, dentro de la reserva de la biosfera del
Desierto de Vizcaino; produce 7 millones de toneladas métricas de sal al año
que son exportadas a clientes de Estados Unidos, Japón, Corea, Taiwan, Nueva
Zelanda, Centro y Sudamérica.
La empresa denominada Exportadora
de Sal S.A. de C.V., propiedad 51 por ciento del gobierno de México y 49 por
ciento de la corporación Mitsubishi, cuenta con una superficie de 33 mil
hectáreas, adyacente a la laguna Ojo de Liebre, para la producción de sal por
medio de la evaporación solar de agua de mar.
El supervisor de Mantenimiento
de ESSA, Abel Villavicencio, explicó que de forma natural el agua de la laguna tiene
una mayor densidad que la del Océano Pacífico y en su bombeo hacia los vasos de
concentración esta condición aumenta.
De las 33 mil hectáreas, 3 mil
están destinadas a la cristalización de la salmuera, por lo que las capas de
cristales que se forman son cosechadas a través de maquinaria especializada.
Enormes tractores con
cuchillas despegan el mineral del piso con precisión y lo arrojan a
contenedores de 120 toneladas de capacidad que son movilizados por camiones
Dart que por lo general transportan hasta 360 toneladas hacia la planta
lavadora de sal.
El proceso culmina con la
carga de barcazas de 10 mil toneladas de capacidad que son arrastradas por
remolcadores desde Puerto Chaparrito, en la laguna Ojo de Liebre, al Puerto de
Altura El Morro, en la Isla de Cedros, Baja California, localizado a 100
kilómetros de distancia en una travesía que dura 11 horas en medio de fuertes
marejadas.
Arturo López Villavicencio,
gerente de operaciones del puerto El Morro, dijo que ahí la sal es descargada por medio de un sistema de bandas
que la llevan al área de apilamiento con capacidad de almacenar hasta 1.5
millones de toneladas, donde permanece al menos dos meses para su drenado.
Dos grandes máquinas llamadas
Godzilla aflojan los apilamientos para que la sal caiga en las bandas que la
transportan hasta las bodegas de los barcos.
López Villavicencio dijo que
en el muelle la capacidad de descarga de las barcazas es de dos mil 300
toneladas por hora y trabajan todo el día y toda la noche en este proceso y el
apilamiento.
La empresa salinera inició
operaciones el 7 de abril de 1954, su fundador fue el estadunidense Daniel
Ludwing, un dueño de astilleros, quien debido a desacuerdos con el presidente
Luis Echeverría por la construcción del hotel Acapulco Princess prefirió
venderla a la Mitsubishi. Meses después el gobierno mexicano nacionalizó el 25
por ciento de las acciones y más adelante, antes de concluir el periodo de
Echeverría Álvarez, obtuvo otro 26 por ciento para convertirse en socio
mayoritario y hacer de la salinera una paraestatal.
Como parte de los acuerdos,
informó el actual director de ESSA Antonio Avilés, la empresa Mitsubishi se
quedó con la exclusividad de la venta de sal, hecho que duró hasta 2018 cuando finalizó esta condición.
El directivo, hijo de uno de los
pioneros de ESSA y originario del municipio de Mulegé, informó que el sindicato
de la empresa nació cinco años después del comienzo de operaciones de la
empresa.
Recordó que el sindicato se
originó porque uno de los trabajadores despedidos por la compañía fundada por
Ludwing no aceptó la liquidación y pidió el respaldo de la CROC.
Mencionó que en el mundo se
producen 360 millones de toneladas de sal al año, y ESSA a lo largo de su
historia lleva una producción de 317 millones.
Destacó que la sal de Guerrero
Negro tiene la mayor pureza del mundo y la empresa tiene condiciones de crecer
si cuenta con las inversiones necesarias, las cuales estuvieron ausentes en los
últimos años.
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