Hipótesis suponen que las ballenas grises que llegan a BCS en los años recientes están más delgadas por falta de alimento |
De
acuerdo a un estudio que se realiza en la Universidad Autónoma de Baja
California Sur (UABCS) sobre la condición corporal de ballena gris, el estado
óptimo de dicha especie ha disminuido en los últimos 10 años y, al menos entre
2018 y 2019, se ha observado un número creciente de cetáceos flacos.
Según
señala la alumna Floryser Ronzon Contreras, alumna del posgrado de Ciencias
Marinas y Costeras de la institución, los trabajos acerca de la condición
corporal son muy importantes, al evaluar la cantidad de energía almacenada que
un animal posee, en un determinado momento.
De
este modo, conocerla permite darse una idea acerca de la salud y condición
reproductiva de una especie, por lo que también, de manera indirecta, da un
panorama del estado que guarda el ecosistema o el ambiente en el que habita.
“Por
comparar, es como cuando evaluamos la salud de un humano que normalmente se
encuentra en buen estado de salud, pero de pronto, comenzamos a ver que
adelgaza, lo mismo pasa con las ballenas, de pronto están más flacas y no
sabemos por qué exactamente”, señala la joven.
Al
respecto, dijo que existen varias hipótesis del cambio corporal y una de ellas
es que no logran conseguir el alimento necesario para poder llevar a cabo todas
sus funciones vitales, como migrar, aparearse y concebir a una cría.
Esto
se puede deber a factores externos como el aumento de la temperatura en sus
zonas de alimentación, que puede dar como resultado una reducción en la
cantidad de presas disponibles para su consumo.
Sin
embargo, hizo hincapié en que son suposiciones y por ello se requiere del
trabajo científico en conjunto, para analizar todos los posibles factores,
relacionando datos ambientales de las zonas de alimentación y reproducción para
saber qué otros componentes contribuyen al cambio de su condición corporal.
Con
relación a la población americana de ballenas grises que se distribuye en el
Pacífico norte, mencionó que se alimenta durante el verano, a lo largo de los
mares de Bering, Chukchi y Beaufort; mientras que durante el otoño migra hacía
las costas de la península de Baja California para llevar a cabo sus
actividades reproductivas y de crianza.
“Se
estima que esta especie realiza un recorrido de entre 16,000 y 18,000 km en un
viaje redondo. Por lo tanto, este largo viaje sólo lo pueden realizar
organismos juveniles y maduros de ambos sexos, debido a la gran cantidad de
energía que requiere desplazarse”.
Cabe
mencionar que en México, las principales zonas de reproducción y crianza son la
Laguna Ojo de Liebre, la Laguna San Ignacio y el complejo Lagunar Bahía
Magdalena-Bahía Almejas, los cuales proporcionan a las ballenas aguas cálidas y
seguras para poder reproducirse.
Es
en estos sitios donde el grupo científico de la UABCS, integrado por alumnos y
profesores, hace el trabajo de evaluación corporal, que incluyen técnicas de
fotoidentificación, mediciones anatómicas y valoración del espesor de la grasa
en diferentes partes del cuerpo.
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